La ciudad que mata

Madrid empieza a desarrollar un problema muy serio, que pone en gran peligro a la población, y que poco a poco va aumentando para preocupación de sus habitantes. Hablamos de que el aire de Madrid está empezando a ser de poca calidad, y la degeneración que ello supone es notable, afectando a la calidad de vida de todos los que están a su alrededor. Así, estos días los políticos han querido sacar las castañas del fuego a la gente, y han hecho una propuesta que a mí, particularmente, me parece un tanto patética. Se han llenado la boca de palabras grandilocuentes, comentando la importancia de que se use más el transporte público, de fomentar el espíritu ecológico, y de lanzarse a comprar coches que no dañen al medio ambiente. Y, sin embargo, parece que ha tenido poco calado todo esto, porque en la vida de Madrid, según los medios de prensa, sigue exactamente igual hoy que ayer. Lo que quiero decir con esto es que si de verdad buscamos dar soluciones reales a problemas reales, el enfoque debe ser completamente diferente. Se hace necesario fomentar por ejemplo el uso del transporte público, y esto puede conseguirse rebajándolo hasta que sea realmente barato, o haciéndolo más eficaz. Medidas, supongo, sobran, pero hay que tener voluntad de llevarlas a cabo para poder conseguir un cambio. porque, si no, seguiremos viviendo con la polución muchos años. Os dejo un vídeo relacionado con el tema: